LA HISTORIA DE LA CIENCIA

La ciencia real surgió en el siglo XIX, pero en realidad, es más antigua. Se basaba en el ensayo y error. Por ejemplo: el descubrimiento del fuego, recetas de cocina...

La ciencia se basaba un poco en la filosofía, los científicos querían saber un poco de todo. Eran influyentes la Grecia clásica, Roma y el Islam.

Las brujas eran condenadas a la hoguera

En la Edad Media la ciencia estaba limitada por la sociedad religiosa que tenía más autoridad ya que hacia uso de la inquisición y condenaba a todo aquel que tuviera pensamientos contrarios a los suyos. Las brujas fueron los primeros científicos "modernos" y eran condenadas a la hoguera ya que hacían usos de brebajes "mágicos" compuestos por diferentes tipos de hierbas para tratar enfermedades leves.







En el Renacimiento aparecieron científicos como Galileo , Descartes , Hume. La ciencia en esta época, se basaba en el racionalismo (uso de la razón y el conocimiento) y el empirismo (experiencias prácticas demostrables).

La Revolución Industrial, siglo XVIII, dio inicio a un nuevo concepto llamado sinergia, llegaron a la conclusión que  la ciencia o la industria  y el capitalismo por separado funcionan de una manera diferente a que cuando estas se juntaban. Provocó un gran positivismo y progreso en la sociedad aunque el nihilismo también estaba presente. Este cambio dio lugar a nuevas clases sociales: la obrera y la clase media.

Los obreros sufrían una mala condición de vida

En el siglo XIX se desarrolló la especialización del conocimiento, es decir, los científicos ya no se dedicaban a saber un poco de todo, sino que se especializaban en un campo concreto. Esto supuso nuevos avances técnicos.

En la actualidad, la ciencia evoluciona a una gran velocidad en los diferentes campos como la informática, en medicina (genética), la automoción, desarrollo de nuevos materiales como el grafeno, la inteligencia artificial...
Todas estas evoluciones tienen impacto en el medio ambiente por lo que da lugar a cambios climáticos, se genera una alta concentración de CO2  en la atmósfera debido a la combustión de fósiles, extinción de recursos y especies, posibles guerras nucleares y conflictos sociales y religiosos.